Es realmente sorprendente, el cambio que han tenido nuestras vidas
debido a todos los avances tecnológicos. Dejemos a un lado el hecho de que nos
hemos vuelto más sedentarios, que hemos dejado de salir de nuestras casas y en
general que nuestros hábitos no son los mejores. Nuestra privacidad y nuestras
relaciones interpersonales han cambiado de forma drástica.
Vivimos en un estado de ironía; ¿quién no se molesta al tener que
llenar formatos de información en bancos y aeropuertos? Pero ¿quién no da sus
datos para poder ingresar a una red social? Constantemente nos quejamos por
todos los procesos de recolección de datos, y no tenemos en cuenta que el
internet, también es una base de datos.
Los estudios que hace Google a partir de la actividad de sus
usuarios son una mínima muestra de que estamos siendo monitoreados desde el
internet. Hollywood no se aleja mucho de la realidad al crear historias donde
las personas son rastreadas a partir de su actividad en internet, llamadas
telefónicas o movimientos bancarios. Todas estas cosas en realidad quedan
registradas, y permiten a quien tenga acceso a ellas, poder hacer un
seguimiento de todas las personas. Ahora es virtualmente
imposible no estar bajo el radar.
Las telecomunicaciones son cada día más innovadoras, todo lo que
anhelaban los amantes del Sci Fi, y
que parecía ser tan descabellado, se está haciendo realidad. Uno de muchos
ejemplos, son los Smart-phones, que
son como mini computadores, que cargan toda nuestra información y nos permiten
llegar a todas partes del mundo.
La red está consumiendo nuestras vidas por
completo. El día en el que cambiemos la posibilidad de estar físicamente con
una persona, por estar conectados a la Red, ya está llegando. Se ha vuelto normal, llegar a una reunión
donde la gran mayoría, si no todos, están texteando,
o hablando por sus celulares, pero no hablan entre sí. Estamos poco a poco
perdiendo nuestra capacidad de hacer contacto con otros.
Nuestras vidas, son comprimidas y restringidas
a la capacidad de nuestros computadores y del resto de nuestros aparatos
electrónicos. Podríamos incluso decir, que quién no hace parte de las redes
sociales, quién no pueda conectarse de alguna forma a la red, no existe. Estar
registrado en la Red, es casi como tener un registro civil; de hecho, nuestro
registro en la Red es mucho más personal que cualquier otro, pues identifica
nuestros gustos y nuestras relaciones con otras personas.
Nuestras vidas “reales” están siendo juzgadas
por nuestras vidas “digitales.” La Red nos permite ser quien queramos ser, por
ésta razón, es que hay tantas personas que viven una vida que podríamos llamar
paralela, o falsa en internet. En el capítulo de South Park, “You Have 0
Friends”, podemos ver como las redes sociales ahora 1) hacen de nuestra vida
privada, una vida pública y 2) somos juzgados por lo que hemos publicado.
La Red y la tecnología están cobrando vida
propia, ya no necesitan de una persona que las controle y regule. La gran
mayoría de las páginas se renuevan solas, los usuarios actualizan su contenido,
sin la necesidad de un webmaster que
diseñe y elija los contenidos.
No puedo negar que la Web y la tecnología nos
han ayudado muchísimo a realizar lo irrealizable. No podría comunicarme con mi
familia y amigos con la misma facilidad que lo hago ahora, sin ayuda del
Internet. Sólo espero que en adelante, se maneje de forma ética la capacidad de
la tecnología; ya hemos hecho públicas nuestras vidas, pero espero que las
grandes empresas y los gobiernos utilicen estos medios para controlar las
mismas.
Queda decir, que debemos ser un poco más
cuidadosos a la hora de publicar nuestra información en la Web, pero es aún más
importante, que nos tomemos el tiempo de descansar de ella; tomémonos un tiempo
para charlar con otras personas, dar un paseo, leer un libro… ustedes escogen,
las posibilidades son infinitas.